El colapso de un glaciar amenaza con elevar hasta tres metros el nivel del mar
Una publicación científica alerta sobre las graves consecuencias del deshielo de Thwaites y las proyecciones al respecto preocupan a la comunidad de expertos. Los detalles
Los científicos han encendido las alarmas en torno al enorme glaciar Thwaites, ubicado en el oeste de la Antártida y cuya extensión de 192.000 kilómetros cuadrados se compara con la de Florida, porque la amenaza de deshielo anticipa la catástrofe. Para dimensionar el interés en la vigilancia en plena emergencia climática, esta plataforma de hielo también es conocida como “el glaciar del fin del mundo” debido a que es una de las barreras más grandes para evitar el aumento del nivel del mar.
Esta semana, en la publicación científica Nature, se da cuenta de los más recientes descubrimientos sobre Thwaites y no son alentadores. Los especialistas han buscado trazar el recorrido histórico del glaciar para proyectar lo que podría suceder en próximos años con relación al resquebrajamiento de las paredes de hielo y el diagnóstico indica que la velocidad del deshielo podría acelerarse.
Robert Larter, uno de los investigadores que firman el estudio publicado, asegura: “Thwaites realmente se está agarrando con las uñas, y deberíamos esperar ver grandes cambios en pequeñas escalas de tiempo en el futuro, incluso de un año al siguiente, una vez que el glaciar retroceda más allá de una cresta poco profunda en su lecho”. Hasta ahora, dicha cresta del lecho marino ha funcionado como muro de contención natural para mantener el glaciar dentro de sus límites.
Por su extensión, al ser uno de los glaciares más anchos del mundo, podría provocar que, debido a la entrada desmedida de agua al océano, el nivel del mar se eleve de un metro a tres, en pronósticos moderados. Esta investigación suma a los datos que durante décadas han sido arrojados para advertir sobre el impacto del cambio climático en la temperatura de las corrientes oceánicas, especialmente desde que, hace varias décadas, descubrieron que el glaciar no está anclado a tierra firme sino al lecho marino.
“Es probable que se produzcan pulsos de retirada rápidos similares en un futuro próximo cuando la zona de puesta a tierra migre hacia atrás y se aleje de los puntos altos de estabilización en el fondo del mar”, destacan en la investigación que permitió obtener la imagen más nítida de la que se tenga registro del glaciar. Estos gráficos fueron el resultado de una misión de 20 horas en la que participaron científicos de Estados Unidos, Reino Unido y Suecia, apoyados en un vehículo robótico y submarino equipado con sensores de imagen.
“Realmente fue una misión única en la vida”, declaró el geofísico marino Alastair Graham, a cargo de la expedición hecha en 2019 y titular del estudio. Además, reveló que contrario a lo que pensaban respecto a la respuesta lenta y a la estabilidad de las capas de hielo, “solo una pequeña patada a Thwaites podría generar una gran respuesta”.
La misión en sí fue un gran logro para la comunidad de especialistas porque, de acuerdo con Graham, antes de esa fecha solo un centenar de personas habían conseguido arribar a la zona y ningún barco había conseguido la proximidad a la zona crítica del glaciar Thwaites. Las condiciones climáticas que modificaron la geografía de ese espacio en la fecha de la expedición permitieron avanzar en los hallazgos. “Ahora, finalmente teníamos acceso a un área de agua abierta y previamente inexplorada de aproximadamente el tamaño de Houston frente al glaciar”, explicó el geofísico en una publicación científica.
Hasta ahora, dos expediciones han visto impedidos sus esfuerzos por el colapso de una plataforma de hielo, pero la investigación no se detiene a partir de las imágenes obtenidas ahora y en el pasado.
Fuente: El Once